Instalación de un PC con Linux y Windows
El objetivo del presente manual es conseguir arrancar en nuestros PCs dos o más sistemas operativos Linux y Windows. Las razones para tener estos dos sistemas son múltiples, pero quizás este manual va indicado especialmente a aquellas personas que quieren migrar paulatinamente a un sistema Linux y, o tienen dudas de como hacerlo, o quieren hacerlo progresivamente o simplemente desean tener ambos sistemas. Lo explicaremos con dos sistemas: uno Linux y otro Windows, pero es extensible al número que queramos, simplemente habrá que hacer más particiones (entraremos en este concepto más adelante).
1.- Instalación de Windows
Windows debe ser instalado primero debido a que este sistema operativo es apropiativo, es decir, intenta hacerse dueño y señor de toda la maquina e impide la instalación de otros sistemas que puedan hacerle competencia en el mercado. Véase monopolio.
Haremos nuestro ejemplo con Windows 7 por ser el más actual, pero el proceso es similar en sistemas anteriores.
Introduciremos el disco en la unidad, arrancaremos el proceso de instalación y llegaremos a un punto donde nos preguntará si queremos actualizar o Avanzado. Pulsaremos en avanzado y llegaremos al momento de particionar.
Windows debe ser instalado primero debido a que este sistema operativo es apropiativo, es decir, intenta hacerse dueño y señor de toda la maquina e impide la instalación de otros sistemas que puedan hacerle competencia en el mercado. Véase monopolio.
Haremos nuestro ejemplo con Windows 7 por ser el más actual, pero el proceso es similar en sistemas anteriores.
Introduciremos el disco en la unidad, arrancaremos el proceso de instalación y llegaremos a un punto donde nos preguntará si queremos actualizar o Avanzado. Pulsaremos en avanzado y llegaremos al momento de particionar.
Ahora crearemos nuestra partición, pero para ello antes debemos de pensar en que espacio de disco debemos dejar para los programas de Windows. Si por ejemplo vamos a tener 15 GB de programas podemos dejar 40 para asegurarnos de que nunca nos pillaremos los dedos. ¿Y la música, las fotos y los vídeos? Estos irán en una partición diferente, por lo que debes de pensar solo y exclusivamente en programas.
Bien, pulsamos en opciones avanzadas de la unidad y nos debe aparecer algo como esto:
Bien, pulsamos en opciones avanzadas de la unidad y nos debe aparecer algo como esto:
Borramos todas las que tengamos (hagamos por supuesto una copia de seguridad antes de los datos importantes, evidentemente) y pulsaremos en Nueva, le daremos la cantidad de espacio que hayamos pensado y finalmente pulsaremos en Siguiente y continuaremos la instalación de forma normal.
Un vez acabado esta cogeremos nuestro disco de Linux e iniciaremos su instalación.
2.- Instalación de Linux
Utilizaré Mandriva en la imagen, pero es idéntico para cualquier distribución. Lo primero es seleccionar nuestro idioma y las dos o tres cosas que nos pregunten y tal y como en Windows nos pararemos cuando lleguemos al momento de particionar.
Un vez acabado esta cogeremos nuestro disco de Linux e iniciaremos su instalación.
2.- Instalación de Linux
Utilizaré Mandriva en la imagen, pero es idéntico para cualquier distribución. Lo primero es seleccionar nuestro idioma y las dos o tres cosas que nos pregunten y tal y como en Windows nos pararemos cuando lleguemos al momento de particionar.
Seleccionaremos la opción de particionamiento de disco personalizado y aquí nos debe de aparecer una partición solamente (la que creamos con Windows). Bien, en Linux aunque se puede hacer como en Windows una sola partición nosotros haremos tres más una de intercambio entre Windows y Linux:
- / : son los ficheros del sistema (nada de música ni vídeos, todos los programas irán aquí). Para ello pulsamos en el espacio que aun no ha sido particionado y le damos a crear donde “Punto de Montaje” sera /, “Espacio de la partición” unos diez gigas (más que suficiente) y “Tipo de Sistema de Ficheros” ext3 o ext4 (las unidades con ext4 todavía no se pueden ver en Windows, pero al ser ficheros del sistema no nos importa demasiado).
- swap: es la partición de intercambio. En esta parte del disco se apoyará Linux cuando no disponga de más memoria RAM evitando que la unidad se fragmente tantisimo como en el caso de Windows. Sobre el tamaño hay diferentes tesis, yo te recomiendo el doble de la cantidad de RAM que tengas. Es decir, si tienes un giga pues ponle dos, así de facil.
Para ello volveremos a crear una nueva partición y le diremos el tamaño y el tipo swap (aquí no hay punto de montaje), - /home : aquí irán los ficheros y configuraciones personales de cada usuario. Ya que vamos a tener un espacio de intercambio entre Linux y Windows esta partición no debe ser tan grande, por lo que podemos darle un par de gigas y estaremos más que satisfechos. Aquí si hay que “tener cuidado” a la hora de seleccionar el tipo del sistema de ficheros, si elegimos ext3 podremos ver la partición desde Windows si así lo deseamos. Evidentemente como punto de montaje le pondremos /home.
- /Compartida : es el resto del disco. Para quitarnos de problemas pues el tipo de ficheros será NTFS-3G (pueden leer y escribir Windows y Linux, además de poder tener ficheros de más de 4 GB). El punto de montaje /Compartida y el tamaño pues lo que aun nos quede.
Con este sistema de particionamiento hemos conseguido varias cosas:
1.- Cada cosa está en una partición, por lo que si se nos “estropea” Windows o queremos actualizar Linux solo tocaremos una partición sin molestar a las otras.
2.- Nuestros ficheros personales tanto en /home como en /Compartidos son inmunes a los cambios en los sistemas operativos. Es decir, si tuviésemos que volver a instalar Windows o Linux esas particiones ya estarán creadas, ¡no las toquemos!. Lo único que tendremos que hacer cuando estemos actualizando o instalando una nueva distribución de Linux es simplemente darle el punto de montaje, para nada hay que formatearlas.
Ahora pulsaremos en Hecho o Continuar y responderemos a las sencillas preguntas que nos hará el sistema (que escritorio queremos y dos cosas más). Si no sabes todavía que son alguna de las cosas que te pregunta déjate llevar y seguro que para la próxima vez sabrás perfectamente que es lo que te está preguntando.
Cuando llegue al final el automáticamente te instalará el sistema de arranque con Linux y Windows listos para arrancar, así pues reiniciamos y nos vamos al sistema operativo que deseemos.
3.- Apuntes finales
Cuando reiniciemos por primera vez en Windows nos aparecerá que hay una nueva unidad (que es la partición que hicimos compartida). En ella podremos hacer lo que queramos, tanto en Linux como en Windows. Si queremos que nos lea una partición ext3 tendremos que darle unos drivers a Windows para que nos la reconozca, ya que todo lo que vaya de Windows a Linux este ultimo podrá trabajar con él, pero en el sentido contrario no debido a lo anteriormente expuesto de las tácticas monopolistas.
Puede que con el tiempo te acabes dando cuenta de que tener una partición NTFS como sistema de ficheros para la partición compartida es un poco estúpido, ya sea porque utilizas más Linux o porque te acabas dando cuenta de que no solo no ganas nada, sino que además pierdes (temas de permisos y una mayor limitación de espacio en nuestro directorio personal). Entonces lo único que tendrías que hacer es borrar la partición compartida y ensanchar /home hasta el máximo del disco, quedándonos este con solo cuatro particiones.
Instalación de programas en Linux
Un programa de Linux puede descargarse de dos formas: empaquetados, o desempaquetados. Los primeros son los programas en si, ya compilados y listos para instalar. Los segundos son el código fuente del programa, el cual se tiene que compilar e instalar. De ahí que los programas de Linux reciban el nombre de “paquetes”.
Sobre los programas compilados
En el caso de los programas compilados para instalarlos simplemente se han de abrir y automáticamente se instalarán. Una precaución que se debe de tener a la hora de descargar estos programas es el bajarse la versión adecuada para nuestra distribución, o al menos que sea compatible.
Al ejecutar el programa para su instalación, el instalador comprobará las dependencias del paquete, notificando de lo que hace falta para su instalación correcta. En la mayoría de los casos deberemos recurrir a Internet y buscar la versión o versiones que nos indica el instalador.
En el caso de los programas compilados para instalarlos simplemente se han de abrir y automáticamente se instalarán. Una precaución que se debe de tener a la hora de descargar estos programas es el bajarse la versión adecuada para nuestra distribución, o al menos que sea compatible.
Al ejecutar el programa para su instalación, el instalador comprobará las dependencias del paquete, notificando de lo que hace falta para su instalación correcta. En la mayoría de los casos deberemos recurrir a Internet y buscar la versión o versiones que nos indica el instalador.
Sobre el código fuente y la compilación
En el caso del código fuente es un poco más compleja, el código fuente se ha de configurar dependiendo de la distribución en la que se va a ejecutar, en algunos casos también dependerá del propio ordenador. Una vez configurado, se ha de compilar y crear el instalable. El último paso sería la instalación del paquete generado en si.
En este último caso, es posible la instalación aunque no se cumplan todos los requisitos necesarios, cosa que puede causar la inestabilidad del sistema, e incluso fallos críticos. La única información que tenemos al respecto, es la de los compiladores que además se ejecutan en modo de texto, por lo que es un poco complicado seguir su evolución y los mensajes de error.
En el caso del código fuente es un poco más compleja, el código fuente se ha de configurar dependiendo de la distribución en la que se va a ejecutar, en algunos casos también dependerá del propio ordenador. Una vez configurado, se ha de compilar y crear el instalable. El último paso sería la instalación del paquete generado en si.
En este último caso, es posible la instalación aunque no se cumplan todos los requisitos necesarios, cosa que puede causar la inestabilidad del sistema, e incluso fallos críticos. La única información que tenemos al respecto, es la de los compiladores que además se ejecutan en modo de texto, por lo que es un poco complicado seguir su evolución y los mensajes de error.
